sábado, 6 de diciembre de 2008

EL LADO ACTIVO DEL INFINITO

Habitualmente suelo leer el periódico Público. Ha sido todo un descubrimiento desde el inicio. Me encanta la línea editorial y los articulistas y encima los domingos suele escribir Carmen Magallón Portolés, que fue profesora mía de ciencias en el instituto y una de las personas más involucradas con la paz y la igualdad de este país.
Ayer además leí un reportaje en el que se hacían eco de una investigación muy interesante, parece ser que la felicidad es contagiosa. Creo que muchos lo sospechábamos ya, pero saber que se han hecho experimentos al respecto, aumenta mi creencia de que las cosas están empezando a cambiar.
James Fowler afirma que la felicidad es algo personal, cada uno tiene la suya, sin embargo, tener amigos felices aumenta las posibilidades de serlo uno mismo. Por tanto, la felicidad es contagiosa y parece que mucho más que la tristeza.
Todo esto me reafirma en la idea de un universo amable, o más bien en mi elección de vivir en un universo amable, que me trata bien, que nos trata bien.
Cuando después de observar como yo misma me iba minando la vida con la angustia, tristeza, rencor, mal humor y decidí intentar tomarme las cosas de otra manera, uno de mis primeros pasos fue rodearme de gente feliz, comenzando por mi misma.
Indudablemente cada uno somos la persona con quien más tiempo pasamos y pasaremos, así que hay que tratarse bien, y luego los que nos rodean, bondad para mi, bondad para los demás, bondad para la vida entera.

Si una persona se siente feliz siempre atrae más personas felices a su vida y al revés. Así que a todos los que pretendían hacerme sufrir o llenarme de energía negativa con comentarios y pensamientos impregnados de crítica, envidia, rencor etc., les apliqué en mis visualizaciones un cierzo huracanado, de estos que soplan por mi ciudad a menudo y sin ningún conflicto desaparecieron, aunque les deseé mentalmente buen viaje.
Proyectamos al mundo lo que tenemos dentro, nuestros pensamientos tienen una frecuencia muy alta y se mueven a más velocidad que el sonido o la luz. De ahí la elevación o no, de nuestro nivel de energía dependiendo de lo que pensamos.
Pensar en lo que nos falta en la vida baja nuestro nivel de energía y nos hace seguir en el mismo sitio, sin avanzar. Sin embargo si conseguimos elevar la energía con buenos pensamientos, sintiendo felicidad, bondad, amor, pero de forma incondicional, eso es lo que el mundo nos refleja.
Puede parecer una tontería, aunque yo lo he experimentado a través de la meditación, con la música, con las conversaciones con los amigos que me fortalecen, con actividades que elevan mi energía, como un simple paseo por el Ebro, la lectura de un buen libro, etc.
He renunciado a la vanidad, a la necesidad de tener siempre razón o de ganar frente a otro, ser más que otro, a ser superior, a que en definitiva el ego domine mi vida. A veces está presente y es algo puñetero, pero lo mantengo a raya.

Se que todo esto en mayor o menor medida ha influido en mi entorno, he aprendido a ver en las diferencias con los demás una gran posibilidad de aprendizaje, intento transmitir a todos mis amigos felicidad, calma, amor, y en ocasiones me manifiestan sentirse con más energía, al igual que yo con ellos, confiarnos nuestros proyectos y así sentir que llega la inspiración para el siguiente paso.
Y creo que todo esto es posible si nos posicionamos en lo que Carlos Castaneda llama "el lado activo del infinito".

Me encanta este poema de RUMI escrito en el Siglo XIII:

"Naciste con potencial.
Naciste con confianza y bondad.
Naciste con sueños e ideales.
Naciste con grandeza.
Naciste con alas.
No estás destinado a arrastrarte;
Tienes alas.
Aprende a usarlas y vuela."


2 comentarios:

  1. Que razón tienes. También en mi fuero interno desde siempre ha habido un rayo misterioso de una alegría que nunca pierdo. Es curioso, y hasta a veces en la peor de las situaciones algo me ha dado un respiro y ha dejado fluir mas energía para comprender y luchar.
    Nos pueden pasar muchas cosas, buenas o malas, pero con actitudes positivas parece que las malas huyen.
    No hay que tentar a lo gafe dejandole una entrada con un pensar nefasto.
    Muy bonito lo que escribes, un abrazo.

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  2. Me alegra mucho saber que haces caso a ese "rayo misterioso" que te transporta al lado positivo.
    Nos pueden pasar y de hecho nos pasan muchas cosas, buenas y malas, todas necesarias pero hay que intentar buscar en todas algo positivo que se constructivo.

    Gracias por tu visita y por tus comentarios.

    Besonrisas.

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