lunes, 28 de diciembre de 2009

HEDONISMO PARA PRINCIPIANTES




No nacimos para sufrir, ni para autoculpabilizarnos, ni para hacer del dolor una forma de escape de nuestros propios remordimientos, ni para hacer del estres nuestro motor.
Hay que huir de los estereotipos judeo-cristianos, salir del agujero, disfrutar de lo que la vida nos brinda a diario.

Debemos practicar la teoría de los tres "ochos": Ocho horas para descansar; ocho horas para trabajar; ocho horas para disfrutar del ocio.
La satisfacción del descanso y del ocio es una inversión en salud mental y una potenciación de nuestra autoestima.

Debemos darnos un capricho mucho más que de tanto en tanto. Vivir intensamente, vibrar con el transcurrir de la vida, con las pequeñas cosas.
Nuestra meta ha de ser la alegría, el sentirse bien, buscar un estímulo vital positivo.

Debemos ser buscadores de nuevas experiencias que nos sumen, investigar nuevos caminos que nos hagan crecer, en definitiva abrirnos a la vida, a las posibilidades infinitas.

Debemos aprender a gestionar los sentimientos, sin dejar de sentir, pero sin dramatizar ni lo bueno, ni lo malo.
Dejemos ya de analizarlo todo tanto, de cuestionarlo, de juzgarlo y de juzgarnos.

Que hay de malo en disfrutar, de vivir el placer, cada uno como se le antoje, siempre que no haga daño a otro?

Seguramente nuestro día será mejor si nos aliamos con los pensamientos positivos, en vez de refugiarnos en los negativos.
Tal vez todo cambie cuando dejemos de darnos cuerda hacia el polo negativo y nos centremos en darnos cuerda hacia el polo positivo.

Y cuando todo parezca aliarse en nuestra contra, busquemos un mantra que paralice nuestra mente díscola, cada cual que encuentre el suyo propio. "Me siento mejor"
O si todo se pone muy, pero que muy malamente, "Melapelaaaa"

¡¡Que vivan el hedonismo y los hedonistas inteligentes!!

jueves, 17 de diciembre de 2009

LA EROTICA DEL PODER


Dice el sentir popular que para conocer a manolillo... dale un carguillo.
No creo demasiado en los refranes pq reflejan ciertas creencias que deben desecharse pero en ocasiones tienen mucha razón.

Que tendrá el poder o la autoridad que gusta tanto? Aunque hay que saber ejercerla, como casi para todo es importante la experiencia, el sentido común y la mano izquierda.
La autoridad parece llegarle a algunos no se de donde, a algunos les sienta pequeña y a otros les sienta grande, enorme, se pierden dentro, se pasaron de talla.

Personalmente no me interesa ni el poder, ni el ejercicio del mismo a base de grandes dosis de autoritarismo, o como suelo llamarlo "porelarticulotreintaytres".
Incluso cuando era pequeña ya me molestaba. Por suerte sólo fui al colegio de monjas hasta los nueve años, pero ví tantas injusticias y tanto "treintaytres" que me convirtieron en asidua partidaria de la defensa de las injusticias. Sin embargo hay demasiadas.

Demasiados manolillos/as con carguillos; demasiados observadores de los manolillos/as dedicados sólo a observarlos, asentados en sus propias poltronas y con ganas de ganar algún premio.
Tampoco creo en los premios y castigos por sistema. Azucarillos o azotes?

Con tantas cuestiones por resolver pq malgastar tanta energía?
Y por cierto, donde va la energía cotidiana de todos los que "derrochan" tanta autoridad?
En el mundo sostenible que pretendemos obtener no sería interesante encauzarla en canales más positivos?




lunes, 7 de diciembre de 2009

SUEÑOS ROTOS ?





Demasiadas personas en demasiadas ocasiones me han comentado que su vida no tiene nada que ver con lo que siempre pensaron que sería su vida, somos la generación de los 70 una generación de sueños rotos?


Nacimos en los años 70, años de cambio, de apertura en nuestro país, con la dictadura dando sus últimos coletazos y tras la apertura de los 60 donde la gente parecía relajarse, fuimos la generación del "babyboom". Eramos la esperanza del país, toda una generación que por primera vez en mucho tiempo viviría la libertad, la generación del cambio. Sin embargo siempre fuimos muchos, tal vez demasiados, tal vez con demasiados cambios bruscos.
Vivimos la crisis del petróleo nada más nacer, la transición después de la anunciada muerte del "paquito, paco, paco", la masificación en el cole, en el instituto. Tuvimos que luchar por todo, teniéndolo más fácil que los anteriores aparentemente. La obligatoriedad de la escolarización, la huelga por la gratuidad en las enseñanzas medias, la obligatoriedad de la enseñanza hasta los 16, los números clausus en la universidad pq eramos muchos. Lo que yo llamo venganza de las clases altas: si ahora el hijo del obrero podía ir a la uni pq existía una buena política de becas y primaban las notas se inventaron las universidades privadas y el master.

Y justo cuando acabamos en la uni, empezó la crisis del 92, eramos jóvenes pero sobradamente preparados, esos a los que nos habían contado que ser universitarios era igual a ser jefes y eso era igual a ganar mucho dinero y triunfar en el sentido más estricto y más materialista. Pero, no fue así, por una parte se olvidaron del sentido más cotidiano, ayudarnos a ser adultos felices y además eramos tantos universitarios que resultaba imposible que todos llegásemos a ser "jefes".
Si la razón era que a este país que salía del analfabetismo le faltaban culturetas pq no nos ilusionaron con la maravilla del saber en vez de engañarnos con un sueño que se parecía mucho más al americano que al español? pq no nos enseñaron a ser más tolerantes, a respetar a los que piensan distinto, a aprender a disfrutar de la lectura, la música, el arte, la danza o el baile, a amar la naturaleza, a tener aficiones, etc, etc, etc.
Al final lo hemos aprendido igual, pero por el camino hay demasiadas personas frustradas, demasiadas personas estresadas, demasiada infelicidad generalizada.

Por suerte siempre tuve claro cual era mi sueño, por suerte siempre quise trabajar en lo que trabajo, hice mi carrera con ilusión pq la elegí sin pensar en ser otra cosa que la que soy, por suerte nunca soñé con ser una princesa atrapada en un cuento y casi nunca me creí que debía ser propietaria de casi nada, ni de nadie.
Por suerte y sólo por suerte, algunos de mis sueños siguen intactos, sin embargo no puedo decir lo mismo de mucha gente que me rodea y eso me entristece pq pensando que podrían ser tan felices, se dejan llevar por la frustración de un mundo irreal y de esta crisis tan injusta pero a la vez tan necesaria.

Ya dicen lo japoneses que su idioma utiliza la misma palabra para designar la crisis y la oportunidad, a ver si de esta aprendemos algo o mucho!!!

Si ilustrase esta entrada con una canción sería "crisis" del último de Joaquín Sabina, que sin ser de mis favoritos me ha sorprendido.