domingo, 25 de abril de 2010

SAN JORGE Y LA DIOSA DE LAS DUDAS




Siempre he pensado que el universo nos va ofreciendo múltiples experiencias en la medida en que las vamos necesitando. Sin embargo el hecho de haber pasado estos días en Barcelona, justo antes de tener que decidir los destinos a elegir en el concurso de traslados, no tengo muy claro que vaya a ayudarme.
Cuando regreso de Barcelona suelo encontrarme en estado de exaltación y como si padeciese una resaca de tanto empaparme de la ciudad, una fuerte dosis de agotamiento. Pero sufro un profundo enamoramiento, sólo comparable con el de Berlín y con el de Donostia, hace ya muchísimo tiempo. Y eso que no he pasado apenas tiempo a solas con la ciudad, como a mi me gusta. Primero pq participaba en una actividad de grupo, un congreso, y segundo pq tenía a tanta gente que visitar, que sólo disfruté de la mañana del sábado, mano a mano con la ciudad en plaza cataluña. Mi paseo preferido, por el Born, Ciutat Vella, Museo Picasso, etc, fue tan masivo y tan turístico que no pude sentir la intimidad con la ciudad, esa intimidad que es tan necesaria en cualquier relación pasional.

En fin, que es ahora, bueno desde el viaje en el AVE, cuando he empezado a reflexionar sobre los cambios, mi ubicación en el mundo y otras grandes decisiones que tendré que tomar sin posibilidad de aplazamiento esta misma semana.
He soñado que lloraba pq no era capaz de decidir sobre el camino a seguir y el tiempo se acababa... Y al despertar, me hubiese gustado poder llorar, pasar todo el día llorando y colarme por un agujero infinito de esos que te llevan a otro momento y a otro lugar, sin darte cuenta, sin tener que ser valiente, sin disimular que en verdad la niña observadora de antaño sigue igual de observadora y que aunque se disfrace de leona, es una gatita indefensa.

Una persona me ha dicho que quienes necesitamos los cambios de vez en cuando la solución no es dar la vuelta a nuestra vida como un calcetín. Se puede cambiar desde dentro y exteriorizarlo fuera para que todo el mundo sea consciente y nos reafirme en estos cambios, pero sin cambiar de ubicación ni de rutinas. Sin embargo esa persona no tiene opciones.

Serán las hormonas, la luna llena, o que mañana vuelvo a Calata, pero cuantos dilemas... Necesito pistas como en esos cuentos donde podías elegir varias opciones o más bien señales.
Estos días he debido tener muchísimas pero no he estado atenta pq mi mente no ha parado ni un segundo. La diosa de las dudas ha vuelto!

5 comentarios:

  1. A veces cuando nos sentamos a pensar de una manera "inconsciente" se abren un montón de certezas que andan por ahí escondidas.

    Suerte con todo.

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  2. Hagas lo que hagas todas las cosas importantes van contigo y l@s que te queremos también, somos como lapas, asín los cambios de espacio nunca son tan dramáticos ni tan determinantes. Si no puedes con la presión, échalo a pito pito, como cuando eras esa niña observadora y seguro que "el azar" te lleva a la mejor opción para tí.

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  3. Pues si querido manolo, todo lo que necesitamos está dentro de nosotros mismos.
    Una vez dí un consejo que pareció surgir un efecto favorable al destinatario y me lo he aplicado a mi misma: sólo pasa a la acción cuando esa acción no te cree un conflicto.
    He decidido seguir "idealizando" a Cataluña en la distancia y tal vez volveré pero este no es el momento.
    Gracias a mi maravillosa amiga anónima, y a las demás, por no presionarme en ningún sentido y por celebrar que me quedo a vuestro ladito, por el momento...
    Ya he rellenado la instancia y llega el finde y esta semana el curso y sigue mi vida en rosa, con todos los cambios que el universo estime que necesito aquí y ahora.

    Besonrisas.

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  4. Interesante y reflexivo texto,
    un placer leerte,
    feliz semana.

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  5. Gracias por pasar por aquí y participar con tus comentarios.

    Feliz semana a ti tb!!!

    Besonrisas.

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