LLEGO FEBRERO

En principio es un mes "soso", no hay ninguna fiesta, no cambia la estación, es el mes más corto y aparentemente no puede decirse nada más.

Sin embargo suele ser un mes con connotaciones cíclicas, al menos para mi. Alargan los días, puede que sólo dos o tres minutos, si, pero ya es algo, en mi naturaleza optimista significa la promesa de que se acerca la primavera, de que ha acabado el ciclo navideño, con sus fiestas de compromiso, las rebajas y el consumismo exacerbado. Llega la promesa de un próximo concurso y muchas cosas por decidir, las vacaciones, donde viviré al año que viene, si es que al final decido dar un giro de 180 grados a mi mundo.

Temporada de nuevos conciertos, exposiciones, teatro, nuevos libros que leer, (ya se me están acumulando), las opos, la nueva organización del trabajo, los viajes...

Y algo debe estar cocinándose en mi universo cada vez más zen, pq estoy cambiando los hábitos del sueño, de la energía en general y pq estoy fumando cada día un poco más. Eso siempre ha sido la señal de que algo se mueve rápido. Y aunque todo esté cambiando siempre, ahora va deprisa, deprisa.

Como siempre con mi carácter contradictorio es algo que quiero y no quiero a la vez, y con igual intensidad.