miércoles, 20 de mayo de 2009

SIEMPRE BENEDETTI



Un inesperado accidente campestre que acabó en esguince de tobillo y escayola, ha parado mi trepidante ritmo habitual. Me encuentro lejos del trabajo, de mi casa y de mis cosas, entre otras mi ordenador, así que aproveché para desconectar de todo y dejarme querer y cuidar.
Una vez pasado el malhumor por la "mala pata" estoy intentando entender que esto es una buena oportunidad para retomar esas cosas para las que no tengo nunca tiempo y aprender a valorar lo maravilloso que es estar sano y poder dar un simple paseo. Esos a los que ahora he renunciado, sin remedio.

En fin, que hace unos días ha muerto Benedetti, una excelente persona, un gran escritor, uno de mis favoritos, y tan versátil, ya que destacó en poesía, narrativa y ensayo, además de ejercer como redactor en sus comienzos, crítico literario y de cine, hasta humorista.
Hombre de izquierdas, por su posición ideológica fue exiliado de Uruguay, viviendo en Argentina, posteriormente Perú y Cuba, al final recaló en Madrid, donde permaneció 10 años. En 1983 volvió a su país de origen.

Numerosos cantautores han musicalizado sus hermosos poemas, pero al gran maestro Serrat le sirvieron para grabar el famoso disco "El Sur también existe" basado en los poemas de Benedetti.
Si alguien quiere descubrirle ahora, como fan de Benedetti recomendaría: "Esta mañana y otros cuentos", "La muerte y otras sorpresas", "El otro yo", "Historias de París" y todas, todas sus novelas, la famosa "La tregua", "Primavera con una esquina rota", "Gracias por el fuego", "Las soledades de Babel". Algunos voy a releerlos ahora que tengo tiempo.

De entre sus famosos poemas de la oficina hay uno estupendo que se llama AMOR DE TARDE:

"Es una lástima que no estés conmigo
cuando miro el reloj y son las cuatro,
y acabo la planilla y pienso diez minutos,
y estiro las piernas como todas las tardes,
y hago así con los hombros para aflojar la espalda,
y me doblo los dedos y les saco mentiras.
Es una lástima que no estés conmigo,
cuando miro el reloj y son las cinco,
y soy una manija que calcula intereses,
o dos manos que saltan sobre cuarenta teclas,
o un oído que escucha como ladra el teléfono,
o un tipo que hace números y les saca verdades.

Es una lástima que no estés conmigo,
cuando miro el reloj y son las seis,
podrás acercarte de sorpresa,
y decirme, que tal? y quedaríamos,
y yo con esa mancha roja de tus labios,
y tu con el tizne azul de mi carbónico".

Benedetti nunca morirá del todo pq nos queda su fantástica obra.

2 comentarios:

  1. Lo primero es desearte que sanes pronto, mala suerte ¿no? o buena si has tenido tiempo para ti...todo es relativo.

    Muchos hemos dedicado un humilde homenaje a Benedetti. Era un grande.

    Cuidate

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  2. Gracias Manolo! Desde luego a nadie le gusta estar enfermo, menos a mi que no paro de un lado a otro, pero pasado el malhumor inicial estoy aprovechando esta oportunidad.

    "...Unas veces me siento como un acantilado y en otras como un cielo azul pero lejano..."

    De verdad era, es y será un grande.

    Besonrisas.

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