martes, 3 de marzo de 2009

VIOLINES EN EL METRO



Una mañana de frio invierno en el metro de Washington, un músico famoso tocaba el violín. Interpretaba obras de Bach.

Durante 45 minutos dió un maravilloso concierto inesperado, pero cuentan que a pesar de que por allí pasaron más de 1000 personas, sólo se detuvieron a escucharlo unas 7 personas, otras tantas le dieron monedas sin pararse y quien más atención le prestó fueron los niños.

Nadie le reconoció, nadie le aplaudió. Un día antes había actuado en un teatro y las entradas costaban una media de 100 dolares.

Este concierto formaba parte de un experimento del Post.

Parece que no tenemos tiempo que perder ni siquiera al escuchar una música maravillosa.
No nos detenemos ante la belleza de ver y escuchar a un violinista talentoso.
Tal vez no apreciamos aquello que no nos cuesta dinero o esfuerzo.
Quiza sólo nos gusta aquello que nos dicen que debe gustarnos.

Si no podemos detenernos un momento para apreciar aquello que la vida nos ofrece, ante esos pequeños regalos, esas pequeñas sorpresas, no nos estaremos equivocando?

Esto puede ser un ejemplo de lo que nos perdemos cada día, esas pequeñas cosas que no son importantes, pero que tienen importancia.

1 comentario:

  1. Todo necio
    confunde valor y precio
    (A. Machado)

    Acaso ese sea el verdadero problema de esta sociedad, que está llenándose de necios.

    Abrazos.
    Manolo

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