Desde muy joven creía que los grandes gestos y los grandes compromisos eran esenciales para cambiar el mundo. Conforme voy madurando creo que estaba equivocada. Son las pequeñas cosas, las que nos afectan a diario para bien o para mal.
Desconozco de donde salió la frase "Piensa globalmente, actúa localmente", pero sintetiza toda una filosofía. Ya ni siquiera creo en las grandes palabras, a veces están vacías de contenido, de sentido.
Ahí van unas cuantas pequeñas cosas que intento practicar a diario:
-Sonreír, si puede ser todo el tiempo, aunque en ocasiones no se tengan ganas. Y siempre que sea posible soltar unas buenas carcajadas.
-Pensar en positivo cada mañana, antes de salir de casa para enfrentarse con el mundo.
-Saludar, incluso a los que no son muy conocidos, evitando eso de nacionalizarme de repente en un país nórdico.
-Recordar las fechas de los cumpleaños de familia, amigos y conocidos y felicitarles.
-Contestar a mails, sms, llamadas... (En esto debo mejorar pq no puedo evitar poner el filtro).
-Hacer regalos, aunque sean pequeños detalles que demuestren cariño. (por ejemplo un abrazo sincero, un halago).
-Acudir puntualmente a las citas. (No soy demasiado buena en esto, pero estoy mejorando con la edad).
-Dar buenas noticias, siempre que sea posible.
-Escuchar a quien nos está hablando con toda la atención, aunque a veces hay pesados que son insufribles. De estos hay que huir diplomáticamente, son vampiros energéticos.
-Exponer nuestras razones en una discursión sin tratar de aplastar al otro. (También debería mejorarlo). Y no hacer un mundo de las ofensas, pq en la mayoría de las ocasiones no merece la pena.
-Pensar que todos los errores pueden ser enmendados y perdonados, empezando por los de uno mismo.
-Respetar siempre el espacio de los demás, tanto el físico como el que se refiere a la intimidad.
Existen infinitos pequeños gestos cotidianos, pero hoy hace musssso calorrr!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario