
Soy capaz de afrontar mis problemas pero también soy capaz de reirme de mis insignificantes preocupaciones, aceptando el enfrentamiento con los demás, pero afirmando mis cualidades exteriores e interiores.
Dejo atrás mi máscara de permanente alegría y pido ayuda y apoyo cuando lo necesito, pero me me tomo la vida con optimismo y confianza.
Cuando estoy a solas conmigo reflexiono para conocerme mejor pero estoy en paz y bienestar. Estoy serena y en armonía.
Comparto mi mundo con los demás y me abro. Me siento parte de un todo y no una persona aislada.
Y lo más importante, relajo mi cuerpo y mi mente para ser más perseverante con lo que me propongo y mantengo mis promesas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario