Cuando era pequeña e incluso cuando era adolescente, me gustaba ponerme a leer y a veces a estudiar del revés. Tal vez fuese pq era fan incondicional de Pipi Calzaslargas, mi primer modelo de mujer a imitar o quizás pq como decían en mi casa, nunca fui una niña típica..., ni tampoco ahora, jejeje.
El caso es que cuando un libro me interesaba mucho, o todo lo contrario, si la lección que tocaba aprenderse no me resultaba del todo clara, me doblaba cual contorsionista con la cabeza donde todos se sientan y los pies apoyados en la pared, y así del revés, encontraba la concentración necesaria para verlo todo con más facilidad.
Alicia traspasó el espejo, así que ya hay otra que se me asemeja...
Sin embargo al crecer todo cambia y siento que vivo en un mundo del revés si lo observo con calma, pero ya no hace falta ejercer de contorsionista amateur. Que pena, era mucho más divertido o será que con los años las malas posturas me contracturan los músculos.
Vivimos en un mundo del revés, donde los buenos son los malos y los malos campan por libre. Unos tienen insomnio pq ansían todas esos bienes materiales, o esas habilidades sociales que les faltan, y los que las tienen sufren del mismo mal por su miedo a perderlas, o que esos otros que no las tienen se las arrebaten.
La Madre Tierra se queja, ya lo decía Bebe, hace algunos años en una preciosa canción, pero seguimos consumiendo sin medida, a pesar del cambio climático y de tantos desastres naturales, haciendo oídos sordos al mensaje claro y conciso.
Cada día se recicla más, pq hay cada vez más empresas dedicadas al reciclaje. Y cada día los embalajes de los productos son más sofisticados, obligándonos a que sigamos reciclando. Y vuelta a empezar como en un bucle sin final.
El tercer mundo se viene al primero a conseguir su sueño y las multinacionales del primero se trasladan al tercero para asegurar sus ganancias, o amenazan con marcharse si los de aquí no se convierten en mano de obra barata. En ese cruce de flujos hay alguien que se beneficia, pero nunca son los que lo necesitan, pq siempre son los mismos.
Quien más se cuelga medallas por la paz ante el resto del mundo, fabrica y vende armas con alevosía y nocturnidad.
Podríamos seguir...
A quien denuncia todo esto o tan sólo una pequeña parte, la que tiene más cerca, se le acusa de ser pesimista, antisistema, raro, loco, tonto y tantas otras cosas.
En el mundo al revés lo que mola es vivir anestesiado, o como un zombie. Trabajas, comes, ves la tele, duermes y vuelta a empezar. Te pasas la vida esperando el finde, unos se colocan para olvidar la semana pasada y la que vendrá, otros compran, consumen, se anestesian un poco más.
Y cuando llega agosto invierten sus ahorros en unas vacaciones, que consisten en pasar un día entero en un atasco o tirados en un aeropuerto, para llegar a una playa atestada de gente, emular a los conquistadores para ganar un escaso, metro cuadrado de arena, o aterrizar en una ciudad de moda y visitarla al estilo japonés, para descubrir ya en casa, que al fondo a la izquierda en una de las fotos, aparece tu vecino del quinto y su suegra que casualmente habían visitado el mismo sitio.
Prefiero mi ladito del espejo, y seguir poniéndome del revés de vez en cuando, para vivir en un mundo a mi medida, que no será la mejor, pero es la mia. Gracias mil a Pipilota Victualia Chokominsa, alias "Pipi Calzaslargas" por tus inestimables enseñanzas.
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