SALTAR AL VACIO

Para sentir que vivo mi realidad auténtica, necesito saber que cada cierto tiempo soy capaz de saltar al vacío.

No me gusta instalarme en una rutina que me ahoga.

He dejado de ser la "diosa de las dudas" y ya no tengo miedo de saltar sin red, aunque tenga una maravillosa, muy fuerte, que nunca falla.

La vida es tan sorprendente que no cesa de ofrecerme nuevos proyectos, nuevas ilusiones, nuevos caminos que transitar, nuevas formas de constatar que mis límites siguen siendo infinitos.

Y aun cuando las hormonas intentan volverme loca, sigo siendo yo misma.

Y aun cuando la toxicidad del ambiente intenta envenenarme, puedo seguir siendo yo misma.

No tengo ninguna intención de vivir en el mundo perfecto en que parecen acomodarse los demás.

No quiero perseguir metas inalcanzables, absurdas, que no deseo y que sólo me llevan al vacío más absoluto.

Necesito ser yo misma, la caótica Sonia, de forma natural, sana, en constante estado de interrogación, floreciendo, "in crescendo".

En días como hoy, vuelvo a brillar, a palpitar, a estar presente, sintiendo que sigo viva en el lado activo de las posibilidades infinitas.

PREMIO

En primer lugar muchas gracias a Tony, por su "filoposvida", por acordarse de mi desde esas tierras catalanas que tanto añoro, por su premio y por sus palabras:

" A Sonia, mi amiga de Zaragoza que hace tiempo creyó en mi blog y siempre ha sido un gran apoyo, pero sobre todo por su blog cargado de saber, cultura y muy buen hacer literario"

Aunque no creé este blog por otra razón que comprobar que se puede tener otra visión en la vida mucho más positiva, que a la que nos empujan las circunstancias, un pequeño espacio de luz, y nunca pensé que le interesase a nadie, salvo a unos pocos conocidos, la experiencia me ha demostrado lo contrario.

Es un placer descubrir otras formas de interactuar con el mundo y es un placer todavía mayor conocer los "universos" personales de otros, que siempre tienen algo que enseñarnos.

Aquí seguiremos leyéndonos, escribiendo y deseándonos lo mejor.

De nuevo muchas gracias Tony!!!

MERLIN, LECCION TRES

Desde que todo empezó, hay un manantial dentro de cada uno de nosotros, un manantial donde acudir cada vez que buscamos purificación y transformación entre tantas relaciones tóxicas, pensamientos tóxicos, emociones tóxicas.

El mago purifica su percepción cada vez que visita su manantial, comienza a ver el mundo invisible y así descansa para comenzar de nuevo.

Cuando estamos despiertos y conscientes vivimos apegados al mundo material, vivimos totalmente en nuestro cuerpo físico, pero tb tenemos un cuerpo emocional, ese que guarda nuestros sentimientos, todos nuestros sentimientos. Y tb tenemos un cuerpo mental, ese que almacena nuestros conocimientos. Por último tenemos un cuerpo causal, que guarda las creencias de nuestra existencia, nuestras creencias, nuestras razones para vivir, la memoria, los deseos, nuestras proyecciones.

El mago es consciente de todos sus cuerpos, sabe que todos cumplen su función y comprende la energía que irradian.

Pero hay un espacio entre estos cuerpos: el silencio. Ese momento sin pensamientos, sin emociones, sin deseos, ni sentimientos, donde somos nosotros mismos.

VIOLINES EN EL METRO

Una mañana de frio invierno en el metro de Washington, un músico famoso tocaba el violín. Interpretaba obras de Bach.

Durante 45 minutos dió un maravilloso concierto inesperado, pero cuentan que a pesar de que por allí pasaron más de 1000 personas, sólo se detuvieron a escucharlo unas 7 personas, otras tantas le dieron monedas sin pararse y quien más atención le prestó fueron los niños.

Nadie le reconoció, nadie le aplaudió. Un día antes había actuado en un teatro y las entradas costaban una media de 100 dolares.

Este concierto formaba parte de un experimento del Post.

Parece que no tenemos tiempo que perder ni siquiera al escuchar una música maravillosa.

No nos detenemos ante la belleza de ver y escuchar a un violinista talentoso.

Tal vez no apreciamos aquello que no nos cuesta dinero o esfuerzo.

Quiza sólo nos gusta aquello que nos dicen que debe gustarnos.

Si no podemos detenernos un momento para apreciar aquello que la vida nos ofrece, ante esos pequeños regalos, esas pequeñas sorpresas, no nos estaremos equivocando?

Esto puede ser un ejemplo de lo que nos perdemos cada día, esas pequeñas cosas que no son importantes, pero que tienen importancia.